THE FISO´S HOUSE – Capítulo 2

27 01 2008

THE FISO´S HOUSE – Bienvenidos a la República independiente del fiso.

 

(Sin material fotográfico, no puedo hacer más que comerme los mocos y esperar a una nueva semana para deleitaros con la distraída belleza de mi habitáculo sevillano).

 

Segunda semana de “The Fiso´s House, una vivienda con mucha guasa”, en la que os desglosaré mínimamente cómo se ve desde dentro una convivencia universitaria, y máximamente como un piso puede hacerte (o no) la vida imposible. Empezamos nuestra historia un veintitantos de agosto, en la calurosa capital de la cosmopolita Andalucía (ver entrada anterior, O NO). Bueno, miento…

 

Érase que se era una niña de 18 años que, junto a su ilusionada madre por ver a su hija convertida en toda una futura celebridad, se había encaminado, sin mucho conocimiento acerca del asunto, a realizar su primera matrícula universitaria. El día comenzó mal, con un madrugón a las 5.30 a.m. (4.30 a.m. para los canarios) y cuatro incomodísimas horas de autobús (por suerte sin Travimeta, gracias). El caso es que, aligerando mucho el ritmo discursivo de esta historia, llegamos a la hora de la vuelta a casa: las 22.30 p.m. (menos una hora en Canarias). Sin embargo, y después de haber observado varias residencias sin convencimiento alguno, con la consecuente opción final de un piso, cayó un milagro del cielo. Una muchacha se acercó a la protagonista al oír en una conversación “facultad de comunicación”, y comenzaron tal diálogo (simplificadísimo):

 

         Hola, mira, ¿tú estudias en la facultad de comunicación?

         No, pero voy a empezar allí este año.

         Ah, es que te he escuchado y quería plantearte una cosa.

         Dime.

         ¿Te gustaría venirte a un piso conmigo? Es que estamos dos, y en la mayoría nos piden mínimo tres personas para que nos lo alquilen.

         Ah, pues mira. Yo me estoy decantando por irme a un piso, porque no me convencen las residencias.

         Nosotras tenemos ya varios pisos vistos, ¿me das tu móvil y te llamo cuando vengamos a elegir uno?

         Sí, sí, claro. Dame tú también el tuyo.

         87415726357468.

         67462455737378.

         Bueno, pues ya hablamos ¿vale?

         Venga, hasta luego.

 

Maldita la hora en que escogimos este desde el que os relato algo que os suda la polla a los tíos (porque no pondré fotos de wakus), y os la pela bastante a las tías (aunque, dadme tiempo). En fin… Mañana más. Pero no me voy a  despedir sin antes regalaros una bonita y nueva subsección, inspirada por legoeldarion:

LOS “X” DE LAS VIVIENDAS (X será sustituido en un futuro por la designación que le otorgemos a los tíos buenos. Yo propongo la palabra “papachongo”, muy a lo culebrón e inscrito en mi chota por una grande de Linares – Jaén – ):

MIGUEL ÁNGEL SILVESTRE.